Los resbalones y las caídas son muy comunes en los asilos. Por lo tanto, un hogar de ancianos bien administrado debe ser capaz de proporcionar y mantener un cuidado adecuado a todos sus residentes, especialmente a aquellos que sufren de discapacidades físicas o impedimentos cognitivos. A pesar de que existen leyes que establecen la disponibilidad de barandillas y dispositivos de asistencia como sillas de ruedas y andadores para quienes viven en los asilos, la falta de personal y de supervisión ha hecho que las lesiones sean más frecuentes y graves. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, las caídas son una de las principales causas de lesiones y muerte en los asilos de ancianos de todo el país.