JS, un confiable conserje escolar de 53 años de edad, contactó a Lipkin & Apter después de que su distrito escolar no pudo acomodar sus restricciones de trabajo ligero y le negó compensación laboral, beneficios financieros y médicos. Su supervisor le dijo que la restricción escrita por su reumatólogo no podía ser respetada - o bien tenía que trabajar a tiempo completo o no lo hacia en absoluto, en ese momento JS se fue a casa. Como resultado, JS había estado desempleado y sin un centavo durante varios meses y no recibía ningún beneficio de discapacidad total temporal o compensación laboral semanal, por lo que se presentó inmediatamente una petición para un juicio de emergencia. Durante el juicio, el distrito escolar intentó desprestigiar la cuenta de JS desacreditando el número de muebles que tenía que mover cada noche y el número de salones de clase de los que era responsable. Por otro lado, los abogados de Lipkin & Apter interrogaron a sus supervisores para revelar que JS realizaba bien su trabajo y por lo tanto tenían pocas razones para verlo trabajar. Lo que significa que no sabían cómo reacomodaba las sillas y los escritorios. Tampoco sabían la distancia a la que el equipo tenía que ser movido. Después del juicio, el juez le otorgó a JS beneficios médicos, discapacidad temporal total, salarios atrasados e incapacidad permanente.