Fuimos contactados para a representar a un chofer de camión de 28 años de edad, quien sostuvo una hernia en el disco de la parte baja de su espalda después de manejar sobre una carretera dañada. Se presentó al hospital West Suburban en Melrose Park, Illinois, quejandose de dolor agudo en su espalda, que le llegaba a su pierna. Un examen confirmó un disco herniado. Lo operaron y le quitaron el disco herniado, y dos vértebras en la espalda de nuestro cliente fueron unidas permanentemente. La razón por fusionar éstas era de prevenir que las vértebras se plegaran y causaran más daño a los nervios de la espina en la parte baja de la espalda de nuestro cliente.
Antes de que le dieran de alta, le tomaron otro tipo de radiología en la parte operada. El examen demostraba que la fusión se había aflojado, y se había movido a la médula espinal de nuestro cliente, donde la materia de la fusión estaba en contacto directamente con los nervios de su espina. La situación era urgente, exigiendo cirugía inmediata para evitar este contacto. En vez, el hospital le dió de alta a nuestro cliente, y su condición médica rápidamente empeoró.
Durante los siguientes dos días, nuestro cliente perdió el sentido bajo la cintura, no pudo caminar, y perdió el control de su intestino y su vejiga. Lo diagnosticaron con “cauda equina syndrome,” el cual fue permanente en su caso.
Cuando ocurrió su accidente, nuestro cliente estaba casado con dos hijos adolescentes. No tenía problemas con su espalda.
Resultado Exitoso: $2,500,000
El cliente ahora tiene uso limitado de la parte baja de su cuerpo, requiere catéter y otras maneras de quitarse los excrementos de su cuerpo, tiene dificultad caminar, y el seguro social lo ha declarado permanentemente desabilitado.
El cirujano y el hospital fueron demandados por su falla en diagnosticar y tratar la fusión fracasada.
Este caso fue resuelto en un arreglo durante juicio, por más de $2.5 millones.